DÍA DE LA MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA

A la calle, unidos y antifascistas, este 24 de Marzo

            El 24 de Marzo, día de la Memoria por la Verdad y la Justicia, establecido en 2002 a través de la Ley 25.633, convoca a grandes movilizaciones en todo el país. Actos, marchas, conferencias, entrevistas, intervenciones artísticas y culturales, lo anteceden. Fue Hebe de Bonafini, de Madres de Plaza de Mayo, quien inició estas marchas en 1986.  Los organismos de Derechos Humanos generalmente convocan y organizan junto a organizaciones sociales y políticas, centros de estudiantes, gremios, organizaciones feministas y de la diversidad, y ciudadanos y ciudadanas que levantan el Nunca Más y la exigencia de Justicia por los crímenes de la Dictadura de 1976 como un paradigma ético que sustenta la democracia.

            Ya en la campaña electoral de 2023, que finalmente le dio el triunfo a la fórmula Milei-Villarruel, se anticipaba las medidas que tomaría al asumir en el área de DD HH. Negacionismo de los crímenes de la dictadura (probados en juicios de Lesa Humanidad) realizados con todas las garantías legales, poner en dudas el número de desaparecidos, recreación de la Teoría de los Dos Demonios, negando el Terrorismo de Estado; reivindicación de los militares condenados, del “Operativo Independencia” y de su gestora Isabel Martínez de Perón, demonización de las víctimas de la Dictadura, insistencia en lo que llaman “memoria completa” para tratar de cambiar la currícula educativa con esas ideas.

            La gestión facho seudo libertaria cerró sitios de Memoria, desguazó las secretarías de Derechos Humanos en todo el país, desmanteló la CONADI, el organismo que busca a los centenares de bebés robados durante la dictadura, etc. Los programas de asistencia a los testigos que declaran en los juicios de Lesa también han sufrido dilaciones y falta de financiamiento. Obviamente esta lista sirve sólo como ejemplo de los ataques del gobierno de LLA contra los Derechos Humanos y las instituciones que hasta ahora los promovían y defendían.

            Pero son las condiciones socio-económicas que viven la mayoría del pueblo argentino, las que nos permiten afirmar que este gobierno viola todos los Derechos Humanos. Pobreza, hambre, desocupación, falta de viviendas, salud, educación, represión policial a los y las que se oponen, nos hacen caracterizarlo como un régimen fascista que no respeta ningún principio de convivencia democrática. El Ejecutivo que lleva adelante estas políticas, tiene cómplices: senadores y diputados y una ¿Justicia? que avala ese proceder.

            La feroz represión del día 12 de marzo contra los jubilados y sectores que los apoyan dio cuenta de la gravísima situación que vivimos. El Ministerio de Seguridad que dirige Patricia Bullrich instaló previamente, con la complicidad de los medios de comunicación amigos, la calificación de “barras bravas” para todos los simpatizantes de los clubes que apoyaron el reclamos de los jubilados. A partir de ahí, justificó el enorme despliegue de las fuerzas de seguridad. Todas. Usando los más efectivos elementos para reprimir la protesta (un cartucho de gas pimienta cuesta lo mismo que la jubilación mínima que percibe un jubilado o jubilada). El saldo fue 120 detenidos (ningún barra brava) y un herido de gravedad: el fotógrafo Pablo Grillo y otros heridos y golpeados. La referencia obligada a esa jornada se justifica porque pone sobre el tapete lo que el gobierno de Milei pretende: silenciar y reprimir cualquier forma de resistencia o protesta popular. No hay Milei sin Bullrich, ni deuda sin violencia.

            Sostenemos que este plan salvaje de entrega de la soberanía, de hambre y de represión, hay que derrotarlo con organización y lucha, en las calles principalmente. En el marco de un Frente Antiimperialista y Antifascista como propone el PL. El 24 de marzo es un momento importante para avanzar en ese sentido. Con marchas, unidos y antifascistas, en todo el país. Levantando las históricas banderas de Memoria, Verdad y Justicia reafirmando que Fueron 30.00 y el Nunca Más. Y denunciando que aquella dictadura fue militar y civil, con un rol importante del FMI, los monopolios y grandes empresarios, y también de políticos reaccionarios, obispos, burócratas sindicales, etc, para que aquellos crímenes de lesa humanidad y la entrega del país pudieran concretarse. Buena parte de esa runfla civil sigue acumulando ganancias extraordinarias hoy con el gobierno de Milei y Villarruel.

ELENA RIVERO