Liberación - Órgano de Prensa
Derecha reaccionaria es y será revanchista
La dirigencia del Frente de Todos sigue aferrada a la idea de que poner en marcha a la Argentina es una tarea de “Todos”. Tiende su mano hacia sectores económicos concentrados que en estos años comieron de la mano del macrismo. Por eso Alberto Fernández tuvo reuniones con la plana mayor de la UIA, la Sociedad Rural y entidades de la Mesa de Enlace sojera, Marcos Galperín de Mercado Libre, Héctor Magnetto y Jorge Rendo de Clarín e incluso con las delegaciones del Fondo Monetario Internacional y el embajador yanqui, Edward Prado.
La nota de color la dio su abrazo con Mauricio Macri el 8 de diciembre en la misa convocada por el obispo de Luján en el día de la Virgen. Fue presentado como un abrazo histórico para superar la “grieta”.
Sin embargo, el día antes, en la convocatoria de despedida que Macri a sus votantes en la Plaza de Mayo, hubo testimonios de odio y amenazas de ese electorado envenenado contra las nuevas autoridades. Más que grieta es el abismo de la lucha de clases, entre los seguidores del modelo semicolonial, capitalista dependiente, y quienes al menos en sus bases quieren dar vuelta esa página y escribir una historia progresista y popular. Que se logre o no, es otra cosa, pero la intención está, sobre todo al momento de producirse el cambio de gobierno y dejar atrás cuatro años de dependencia, pobreza, violación de los derechos humanos básicos y negociados de los monopolios.
Sería una ingenuidad total, en el fondo un suicidio político, bajar la guardia frente a esos enemigos del pueblo y tratarlos como si fueran amigos.
Algunas entidades rurales difundieron un video como “Guardianes de la República” donde reivindican el salvaje lock out patronal sojero que en 2008 cortó las rutas 3 meses para resistir la justa retención a las exportaciones de soja. Amenazan con hacer lo propio si Alberto Fernández decidiera reimponer esas retenciones, algo justo por la gran riqueza acumulada por esos sectores, beneficiados con un dólar que hoy vale 600 por ciento más que en 2015 y que vieron eliminadas gran parte de las retenciones por Macri a pocos días de asumir.
Volver a poner retenciones al agro, segmentadas según tamaño de propiedad, volumen de producción y distancia del puerto, es necesario porque AF recibe un país fundido. Y necesita recursos para que el Estado pueda aliviar el hambre, pobreza y enfermedades que afectan a millones de argentinos. Por ejemplo, a los 18 millones de pobres, de los cuales 4.5 millones fueron creados por el cretino del PRO-Cambiemos.
Los directivos de bancos nacionales y extranjeros reunidos en Coloquio de IDEA en Mar del Plata advirtieron al nuevo gobierno que sería conveniente dejar en sus puestos a funcionarios macristas que les permitieron ganar 186.000 millones de pesos en lo que va de 2019. Por suerte esa demanda no fue atendida por los Fernández, pero aún no se sabe si habrá impuestos especiales a los bancos. Sería lo mínimo, aunque el PL sigue reivindicando la nacionalización de la banca y el comercio exterior y quiere que, al menos, haya esos fuertes impuestos ahora, como para comenzar.
Es obvio que si el nuevo presidente se decide a gravar con impuestos a la “Patria Financiera”, ésta reaccionará con los tapones de punta, fugando más capitales, especulando con divisas, restringiendo créditos, no bajando los intereses, etc. Y sobre todo, alimentando con fondos y políticamente a la oposición macrista y de todos los partidos que puedan frenar o revertir esos impuestos que tanto les joden.
¿Por qué reaccionó con tanta furia Macri contra tres diputados que abandonaron Cambiemos, llamándolos traidores? Porque quiere mantener disciplinado un fuerte bloque en Diputados y Senadores para hacerles la vida imposible a Alberto y Cristina, frenar las leyes que considere progresistas o populistas. El abrazo de Luján es el abrazo del oso…
Otra pista sobre cómo operará la derecha son los editoriales de Morales Solá en TN, de Van der Kooy en Clarín, Luis Majul y Eduardo Feinman en América, y Alfredo Leuco en TN. Están llenos de odio y mentiras, envenenando la cabeza a sus televidentes y oyentes al pintar como horrible el gobierno por asumir.
El FMI va a plantear una dura negociación, queriendo cobrar íntegro y con sus intereses el préstamo irregular que dio a Macri para financiar su campaña. Y no sólo querrá dinero de más sino también influir en reformas laborales, previsionales y recortes del gasto público.
La administración de Donald Trump también jugará fuerte en contra de cualquier avance progresista en Argentina. Sus políticas para la región están claras: Macri en Argentina, Bolsonaro en Brasil, Iván Duque en Colombia, Sebastián Piñera en Chile y otros títeres en Paraguay, Haití, El Salvador, etc. Ante las medidas parcialmente antiimperialistas adoptadas por Evo Morales en Bolivia, Washington promovió el sangriento golpe de Estado. Y apoyó con todo a los gobiernos reaccionarios de Ecuador, Chile, Colombia y Haití para reprimir las rebeliones populares.
Conclusión: en la etapa que se abre el 10 de diciembre hay que tomar medidas efectivas antimonopólicas y antiimperialistas, organizarse y movilizarse como pueblo contra esos enemigos oligarcas y el imperio que querrán la restauración plena de su poder en el menor tiempo posible.