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Chile: Convención Constituyente versus Asamblea Constituyente

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Documento publicado por el Partido Comunista de Chile (Acción Proletaria) – PC(AP) – www.remolinopopular.cl

El Reventón popular, que inicio el 18 de octubre, como la expresión de las contradicciones sociales acumuladas, que puso en el centro el protagonismo de la clase obrera y los pueblos de Chile, elevo con más fuerzas las grandes demandas sociales, donde la ASAMBLEA CONSTITUYENTE tomo forma como una necesidad urgente, dando así importantes golpes al actual orden institucional, heredado de la dictadura y gestionado por los partidos neoliberales desde 1990 hasta nuestros días, develando así la total corrupción, ilegitimidad y una “democracia” policial, que sigue reprimiendo fuertemente a las justas protestas populares.

Es en este contexto, de presión social, que una vez más los políticos neoliberales -Los mismos que pusieron a nuestro país y a su gente en la situación que estamos ahora- se han juntado y negociado en secreto una “solución” a la crisis actual, firmado como “’El Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución”. Miembros de la “oposición”. Acuerdo miserable que firmaron a espalda del pueblo la misma burguesía y sus partidos, que luego encontró apoyo en un conjunto de abogados constitucionalistas, pero que hasta el día de hoy genera más incertidumbres, cuestionamientos y refuerza la total desconfianza a los partidos neoliberales. En este texto veremos, de forma breve, algunos de los mecanismos que nos han impuesto las elites neoliberales, para descomprimir y sacarle el mayor provecho a la situación, el efecto que estos esperan que tengan sobre la movilización popular y la posición popular, revolucionaria en lucha por la refundación de Chile.

  1. El proceso electoral

Al leer el documento publicado y firmado por el gobierno y la “oposición” se aparenta una concesión en buena fe de parte del gobierno y los partidos opositores, para redactar una nueva constitución, forzando así, el desplazamiento en el discurso y estas mínimas acciones, que solo fue posible con las movilizaciones sociales y la protesta popular.  Una victoria para el pueblo chileno lograda, pero que aún no es total ni definitiva. Sin embargo, si analizamos con más cuidado el documento, descubrimos que tiene un conjunto de candados y mecanismos tramposos, con barreras en el proceso electoral para asegurar la dominancia de los partidos neoliberales, para en definitiva volver a estafar a la movilización social y que nada fundamental cambie. Estas barreras son:

  • Disminuir el entusiasmo de las movilizaciones sociales al retrasar el inicio del proceso constituyente, a un plebiscito de entrada para el 26 de abril, de ganar favorablemente cambiar la constitución, será recién en octubre las elecciones de los constituyentes, sin saber en qué momento asumirían su labor legislativa, lo cual habla de un plazo al menos de un año, para comenzar recién a discutir una nueva constitución, forzándonos un tiempo de espera que la clase obrera y los pueblos de Chile no puede esperar.
  • Crear la ilusión de elección con un plebiscito en que se da la opción de tener un “Congreso Constituyente Mixto” (50% parlamentarios, 50% electos en octubre) o simplemente un “Congreso Constituyente” (100% electos en octubre) donde la primera opción aparece como la más favorable para las elites. Sin embargo, en caso de que se gane la opción del “Congreso Constituyente” (no mixto), estos tienen un sinfín de barreras para ponerle al proceso de elección de los representantes al congreso, incluyendo:
  • Aprovechar la amplia ventana de tiempo hasta el inicio del proceso constituyente para hacer una campaña de terror estatal y propagandístico para romper cualquier intento de organización popular e intentar manipular la conciencia del pueblo.
  • Reforzar su propia dominancia política en el “Congreso Constituyente” al forzar que la elección de los representantes siga los mismos mecanismos cuestionados que se ocupan para elegir diputados. Entre estos mecanismos se encuentran:
  • La capacidad que tienen las elites neoliberales para financiar amplias campañas de propaganda electoral, dominando todo el espacio comunicacional, generando una abismal desigualdad entre las y los candidatos, donde los candidatos de los partidos neoliberales tendrán la primera opción.
  •  El monopolio sobre la política electoral organizado en la forma de partidos neoliberales y que se muestra en la práctica como la predominancia del financiamiento y tráfico de influencias en las elecciones. Esto mantiene a las elites políticas en condiciones desproporcionadamente favorables en comparación con cualquier organización de trabajadores.
  •  El sistema de distribución de los puestos en el congreso (sistema de D’Hondt) que beneficia desproporcionadamente a los grandes partidos y elimina cualquier oportunidad de candidatos independientes u organizaciones extraparlamentarias (asambleas territoriales, cabildos, gremios/sindicatos, partidos autofinanciados, organizaciones de mujeres y pueblos originarios, etc.) de tener representantes electos en el congreso.
  1. El proceso constituyente

Habiendo terminado las elecciones de los representantes, donde se espera que la correlación de fuerzas en el Parlamento sea similar en la convención constituyente.  Ahora bien, si en un escenario, donde se ha logrado elegir una cantidad considerable de representantes que realmente tengan los intereses de los trabajadores, pobladores, estudiantes, pueblos originarios y pensionados en sus mentes, la elite continúa poniendo barreras para el proceso constituyente. Estas barreras son:

  • Imponerles a los representantes tener que funcionar en un congreso organizado por la misma clase dominante que tiene el monopolio de la política oficial, donde se encuentran en desigualdad de condicionescon respecto a los representantes de los grandes partidos.
  • Fijar el quorum en 2/3 de los miembros del congreso. Esto significa que para plantear cualquier tema o aprobar cualquier punto de la nueva constitución se debe tener no menos que 2/3 de los miembros del congreso a favor. Aquí la derecha y los congresistas neoliberales recibe derecho a veto de cualquier punto o tema de conversación. Si bien la nueva constitución se hará desde una “hoja en blanco” (no se toma en consideración la constitución del 80 para elaborar la nueva), NO evita que la nueva constitución sea la misma que la que tenemos actualmente, los neoliberales todavía tienen el poder para evitar cualquier carácter refundacional a esta nueva constitución.  De ser rechazado algún tema importante, que no sea escrito en la nueva constitución, se tiene la incertidumbre si será rechazado totalmente o discutido en una nueva ley en el futuro por el parlamento, manteniéndonos, así como nos encontramos actualmente, en una desventaja considerable para luchar por nuestros derechos.
  • Limita el funcionamiento del congreso a 12 meses como máximo, permitiendo que la medida de los 2/3, al dar el poder a la derecha y los neoliberales representada en el congreso de entrampar el proceso, tenga la posibilidad de crear una constitución minimalista e inefectiva para garantizar los derechos de los trabajadores.

Al ver todas estas barreras que las elites y la institucionalidad nos pretenden imponer para el proceso constituyente nos quedan muy claros sus objetivos:

  • Crear la ilusión de un proceso democrático para calmar a las masas movilizadas y aplastar cualquier intento de organización de los trabajadores y cambios estructurales en nuestro país.
  • Hacer una verdadera estafa Constituyente que opere a puertas cerradas y bajo las reglas de los partidos e institucionalidad neoliberal. Esto se vio demostrado desde el primer momento en que estos partidos (los oficialistas y la “oposición”) decidieron negociar a espaldas del pueblo, dejando de lado a las organizaciones que lo representan.
  • Imponer tantas barreras, que en el mejor de los casos (para la elite), se entorpezca tanto el proceso constituyente, al punto de producir que se mantenga la constitución del 80 o, en el peor de los casos, crear una nueva constitución de forma y no de fondo, quedando lo más favorable para estos, buscando así mantener el sistema neoliberal.

El “Congreso Constituyente” que se nos está imponiendo no representa una verdadera Asamblea Constituyente. Una verdadera Asamblea Constituyente debe ser soberana, democrática y popular. Como ya vimos este no será ni democrático ni popular. Este tampoco será soberano, ya que de antemano los partidos neoliberales, que se encuentran deslegitimizados y no representan al pueblo movilizado (que no debemos olvidar es la razón por la que se ha negociado este congreso), le han negado el derecho al mismo congreso a elegir sus propios mecanismos, forma de quorum y reglas para su procedimiento.

  1. La posición popular, revolucionaria en lucha por la refundación de Chile.

Las condiciones para las grandes transformaciones sociales nunca en ningún lado y momento, se han otorgado de manera favorable por los explotadores, sino que son condiciones que se conquistan en la lucha popular ascendente, fruto de la unidad, organización y lucha resuelta.  Todo lo avanzando hasta este momento, que son pasos importantes, no se debe entregar en ningún caso a los mismos neoliberales, que todo espacio ganado con la lucha popular, se debe seguir disputando y ensanchando el camino, para que en las próximas jornadas de protestas, la lucha se de en mejores condiciones.  Al respecto, consideramos seguir desarrollando las siguientes acciones:

  • Continuar movilizándose: Ya nos quedó claro que este acuerdo no es una victoria totalni mucho menos el fin de lucha de los trabajadores chilenos, bien sabio es el dicho popular; sólo la lucha nos da lo que los ricos, con sus leyes nos niegan. Nunca más se debe volver a la normalidad humillante de la explotación, la precarización y la falta de derechos sociales.
  • Denunciar las trampas de los neoliberales: La elite política crea un lenguaje legal que hace difícil entender a simple vista los procesos que estos generan en nuestro país y esconde los verdaderos objetivos de la elite neoliberal. Por eso mismo debemos estar un paso adelantede la elite e informarnos sobre que pretenden lograr y mediante qué mecanismos lo hacen.
  • Fortalecer la Unidad y Organización: La única manera de conseguir lo que queremos es a través de la Unidad y organización. Sea en las marchas, en los barrios o en el lugar de trabajo, los trabajadores somos invencibles cuando estamos organizados. Por esto mismo, hacemos el llamado a la clase obrera y pueblos de Chile a tomar Partido, a ser parte de Unión Patriótica UPA, como así mismo, del Partido Comunista Chileno (Acción Proletaria) PC (AP), como grandes herramientas de lucha, de coordinación de las energías, capacidades y esfuerzos por las grandes transformaciones revolucionaras, agrupadas en el programa A REFUNDAR CHILE.
  • Desplegar una táctica participativa revolucionaria: Sabemos que todos los espacios hasta este momento conquistados, como los electorales, por débiles, mezquinos y pequeños que sean, no son gratis ni dados por voluntad de los explotadores, todos estos han sido conquistados con grandes jornadas de lucha, y será en aquellos y en los que vendrán, donde llevaremos en alto las ideas programáticas, las grandes demandas sociales y exponer la necesidad de una PATRIA NUEVA, POPULAR, SOBERANA Y SOCIALISTA. No dejaremos que las grandes demandas sociales nuevamente sean usadas, para luego votarlas por los neoliberales y así engañar a la clase obrera y los pueblos de Chile.

Tenemos plena claridad, que la lucha por la ASAMBLEA CONSTITUYENTE y por una constitución lo más avanzada posible, es parte de la lucha general por las grandes transformaciones sociales, por una sociedad superior, de acumulación de fuerzas sociales, de acerar las organizaciones y dar las peleas siempre, pero siempre en las mejores condiciones, para que la clase obrera y los pueblos de Chile deben tener el sartén por el mango, para cambiarlo todo.

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