A 60 años de la fundación de Vanguardia Comunista, actual PL

            El 5 de abril de 1965 se fundó Vanguardia Comunista (VC), tomándose como tal la aparición del correspondiente número de la revista No Transar, que venía publicándose como del Socialismo Argentino de Vanguardia. A partir de allí fue el órgano de prensa de VC. Lo dirigía el camarada Elías Semán y participaban allí y en las demás tareas políticas y organizativas otros como Roberto Cristina, Rubén Kritskausky y algunos más.

            Era un grupo pequeño de intelectuales de izquierda, marxistas, provenientes del Socialismo Argentino de Vanguardia, que a su vez venía de romper con el viejo Partido Socialista Argentino, sector Alfredo Palacios.

            Eran tiempos turbulentos en la Argentina y el mundo.

            En el país había terminado la “Revolución Fusiladora” y el frondicismo, con golpes militares de “azules” y “colorados”, y la elección de Illia con la proscripción del peronismo, aproximándose el golpe militar del general Onganía, de junio de 1966. En esa antesala nació VC.

            Y a nivel mundial lo más influyente en el núcleo fundador fue la revolución cubana, que había vencido a la invasión proyanqui de Playa Girón en 1961. Elías estuvo haciendo adiestramiento guerrillero en Cuba en 1962. En las elecciones de 1963 esos jóvenes hicieron la campaña que hizo diputado nacional por la ciudad de Buenos Aires a Alfredo Palacios, quien apoyaba a la revolución cubana.

            También influyó en ellos de más en más la revolución china y las ideas de Mao Tsé tung, quien cuestionaba por izquierda a los dirigentes reformistas de la URSS, sobre todo a partir de 1966 con el inicio de la revolución cultural en China.

            Ese núcleo fundador de VC dejó profundas lecciones a las nuevas camadas de militantes,  válidas hoy para los miembros del Partido de la Liberación (PL), su continuidad política y orgánica desde 1983.

            Una enseñanza es ligarse a la clase obrera y masas populares, aún viniendo “desde afuera”, por ejemplo universitarios que iban a trabajar a fábricas o a vivir en barrios obreros, o volanteaban establecimientos durante conflictos y tomas de fábricas. Los principales dirigentes dieron el ejemplo, por caso Elías, viviendo en un barrio obrero de los frigoríficos de Rosario.

            Otra enseñanza fue la importancia de la agitación y la propaganda, el uso del periódico No Transar, los volantes, las habladas en las marchas y asambleas, las pintadas, las películas pasadas en forma clandestina durante las dictaduras, el trabajo cultural con artistas, poetas y cantantes que concientizaran a las masas y de paso mejoraran su conciencia ellos mismos. Por eso militaron en VC escritores como Andrés Rivera y Ricardo Piglia, artistas del grupo teatral La Chispa, etc.

            Otra clave de VC fue promover la lucha popular en forma activa, con huelgas como en Ingenio Ledesma y Transax, tomas de fábrica como en Sitrac-Sitram, ocupaciones de facultades como en Arquitectura de Córdoba y Filosofía de la UBA, etc. VC siempre procuró estar en la primera fila de pelea, para impulsar desde allí la revolución. Por eso, por participar del Cordobazo en 1969 y otras puebladas pudo sintetizar esas experiencias y cambiar su estrategia de poder. Antes planteaba la guerra popular desde el campo hacia las ciudades y luego la modificó a favor de levantamientos insurreccionales con centro en las ciudades con la clase obrera como dirigente de un arco popular. Como sea, VC siempre planteó la vía armada hacia el poder, en contraste y disputa con el reformismo, por ejemplo del PC y demás partidos prosoviéticos de ese tiempo.

            Otro legado de VC que distingue aún hoy al PL del resto del espectro, incluso de izquierda y del peronismo, es que la clave de Argentina es su condición de país capitalista dependiente. En consecuencia los enemigos son el imperialismo, sobre todo el yanqui, y los monopolios de la industria, el agronegocio, el comercio exterior, la energía, la banca y las finanzas. Cambian algunos los nombres, antes eran la Deltec, Bunge y Born, Citibank, Ledesma, Acindar y el FMI; hoy son BlackRock, Techint, Molinos, Panamerican, Santander, Banco de Galicia, Clarín, AmCham, Cargill, la misma Ledesma y el mismo FMI, etc.

            Por eso el programa de VC y el PL siempre planteó una revolución nacional, democrática y popular dirigida por la clase obrera, una revolución por etapas, hacia el socialismo. Esto nos diferencia de los reformistas y peronistas mencionados que no quieren revolución, pero también de los trotskistas y otros “izquierdistas” que plantean una revolución socialista desde el inicio, contra el capitalismo en general, sin distinguir a los monopolios de la burguesía nacional y Pymes.

            Otra herencia política de VC, ya mencionada, es su condición internacionalista proletaria y solidaria con otras revoluciones y pueblos, como la revolución cubana, China socialista y Corea del Norte, y en años posteriores también con Palestina, Venezuela, Nicaragua, Irán, etc.

            No somos nacionalistas estrechos y menos nacionalistas burgueses sino marxista-leninistas. Por eso mismo debemos siempre partir del análisis de clase en Argentina y de las tareas aquí y ahora, disparando la flecha al blanco de la revolución en nuestro país. De allí que el PL se defina como marxista-leninista-sanmartiniano, porque la comprensión de la historia del país, que venía de tiempos de VC, se profundizó en la etapa del PL, con la guerra de Malvinas, la lucha contra el ALCA y el FMI, la mejor comprensión del valor de los pueblos originarios, etc.

            Por supuesto los 60 años desde la fundación también hubieron errores, de dogmatismo, de desviaciones izquierdistas y también de las de signo opuesto, como no haber dispuesto al menos milicias de autodefensa y guerrilla durante la dictadura militar-cívica, etc. También tuvimos y tenemos serios déficits en la construcción del Partido. 

            Rescatamos la fortaleza ideológica de aquellos camaradas de VC que resistieron la tortura, el secuestro y la muerte a manos de la dictadura. Esta es una gran bandera y un compromiso para las actuales camadas de militantes. También lo es la escala de valores de aquellos comunistas, que pusieron por delante la militancia y las tareas del Partido, por sobre los problemas individuales, familiares y otros asuntos que la pequeña burguesía pone en primer plano. Aquellos camaradas son un ejemplo a seguir en estos tiempos de predominio pequeño burgués dentro de las militancias políticas, acentuado por la crisis económico-social  tremenda en que nos metió el gobierno fascista de Javier Milei.

            Si mantenemos aquellas virtudes de VC y corregimos nuestros errores, el PL puede jugar el rol de base para que, con la suma de otros afluentes marxistas, podamos tener el partido de la clase obrera en Argentina que hoy no existe. Y basado en él, poder forjar un Frente Antifascista y Antiimperialista más amplio para echar a Milei.

SECRETARIADO DEL COMITÉ CENTRAL DEL PL