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Rebelión popular para derrotar al fascista Milei, títere del poder monopólico

            El gobierno de Javier Milei confirma cada día su condición de fascista, ajustador criminal contra los derechos del pueblo trabajador, entreguista de las riquezas nacionales, endeudador serial con el capital financiero internacional, títere de los grupos monopólicos locales y multinacionales, represor de las protestas sociales y, en especial, lamebotas yanqui.

            Sobre esa última condición la novedad fue su comunicación telefónica de 10 minutos con el presidente electo de Yanquilandia, Donald Trump, y luego la participación con el yanqui en la cita conservadora en su mansión de Miami. Trump le dijo que el suyo era el “gobierno favorito”. En un orgasmo total, Milei declaró a Radio Rivadavia que su idea es proponer un Tratado de Libre Comercio entre Argentina y EEUU.  En esto revela que es un traidor a las mejores tradiciones latinoamericanistas de Argentina. En noviembre de 2005, en Mar del Plata, se rechazó el proyecto del también republicano George Bush, de crear el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). En ese momento el país, gobernado por Néstor Kirchner, se unió al Brasil de Lula, la Venezuela de Hugo Chávez y otros gobiernos progresistas, para mandar el ALCA “Al Carajo”, como dijo el líder bolivariano.

            Además de arrastrado, Milei miente si quiere hacernos creer que un eventual Tratado de Libre Comercio con el imperialismo yanqui mejoraría la economía argentina. El  mejor ejemplo lo dan las amenazas de Trump contra la economía de México, a la que amenazó con imponerle aranceles de importación del 60 por ciento, encareciendo esas exportaciones mexicanas hacia EE UU. Y eso que México junto con Canadá forman parte desde 1994 del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica, TLCAN. Eso, además de sus renovadas propuestas de completar el Muro en la frontera con México y deportar masivamente a inmigrantes mexicanos y de otras nacionalidades, separando familias, padres e hijos, con las fórmulas xenófobas y racistas que agitó otra vez en la reciente campaña electoral.

            Antes de enfocarnos en las cuestiones internas, una última cuestión de política internacional, pero de profundo vínculo con lo local: el voto de Argentina en Naciones Unidas en contra de los derechos de los pueblos originarios. Único país en oponerse a esa resolución. Ni siquiera EE UU votó de ese modo, claro que todavía no asumió Trump, que recién lo hará el 20 de enero, porque quizás entonces el voto pudo ser de ese dúo fascista y no sólo del pelucón seudo libertario.

MÁS ATAQUES AL PUEBLO

            En las últimas semanas Milei centró sus ataques contra Aerolíneas Argentinas, Intercargo y otras empresas estatales. Las amenazó con ser privatizadas o cerradas, con todo lo negativo que eso sería en materia de comunicación entre ciudades de nuestro país y en cuanto a empleos perdidos. En esto el presidente mostró una vez más su condición de mentiroso, pues Aerolíneas había sido sacada de la lista de empresas a privatizar contempladas en la “ley de Bases”. Posteriormente volvió a la carga con el remanido y falso argumento del déficit de la empresa aérea y los supuestos privilegios de los gremios aeronáuticos.

            Eso provocó despidos, negativas a mejorar salarios y exigencias de reformas antilaborales de los convenios aeronáuticos, y consecuentemente, hubo medidas de fuerza de los gremios afectados. Y gracias a los monopolios mediáticos encabezados por el grupo Clarín, se presentaron las cosas como si las demoras y postergaciones de vuelos fueran culpa de los trabajadores, una mentira tragada por no poca gente.

            Milei ha reiterado que a fin de año espera poder festejar la cesantía de un total de 75.000 empleados estatales, aprovechando el fin de los contratos. Por eso es muy destacable el frente de resistencia que viene oponiendo el gremio de ATE, cuyo secretario general es Rodolfo Aguiar, que ha convocado a un plenario nacional de delegados para decidir cómo sigue el plan de lucha, y busca coordinarlo con Pablo Moyano, de Camioneros, el único triunviro no traidor del Consejo Directivo de la CGT.

            Otra agresión a los sectores populares fue el anuncio del vocero presidencial, Manuel Adorni, de que finalizó el sistema PROCREAR que concedía créditos para la construcción de viviendas. Los alquileres se fueron a las nubes y la casa propia es un sueño roto.

            En cambio para los especuladores, bonistas e inversores en bonos ajustados por inflación, el panorama es ideal. El Congreso no logró quórum en Diputados para tratar de rechazar el DNU 846/2024 de Milei, que autorizó al gobierno a renegociar títulos de la deuda pública sin respetar los criterios de la Ley de Administración Financiera, de que una renegociación debe significar mejoras en al menos dos de estos tres aspectos: plazos más largos, menores tasas de interés y quita de capital. Ahora Milei y Caputo pueden darles a los acreedores más ventajas y mejores condiciones para ellos, en tanto al país lo endeudan cada vez más (ver nota aparte).

LA SOLUCIÓN ES LA PUEBLADA

            No es la primera vez que el país sufre un gobierno entreguista y de extrema derecha, pero posiblemente el actual sea el más nefasto de todos los anteriores, superando en mucho a los de De la Rúa y Macri. También es muchísimo peor al mediocre y ajustador gobierno de Fernández-Cristina-Massa, que le pavimentó el camino hacia la Casa Rosada.

            Y no lo sufren solamente la clase obrera y los jubilados, si bien son el centro de los recortes y ajustes. En el sector industrial en lo que va del año cerraron 16.500 Pymes, según informó el Frente Productivo Nacional, y también hay 10.000 kioscos menos. O sea que el blanco del gobierno monopólico abarca también a la pequeña y mediana burguesía, o sea la burguesía nacional, que la clase obrera debe tratar de atraer a un frente antiimperialista y antifascista para esta etapa de la revolución nacional, democrática y popular.

            El centro de gravedad de una política popular debe estar puesto en las acciones callejeras, los paros, marchas y puebladas, no así en las sesiones parlamentarias, cada vez menos eficaces. Por ejemplo, Milei logró desactivar la reunión de Diputados que iba a restringir a 90 días la vigencia de los DNU y que caerían si solo una cámara, y no dos, lo rechazaban y votaban en contra. Con la trampa de que habilitaría la discusión del Presupuesto 2025 y la promesa a algunos gobernadores de que les haría algunos desembolsos o habilitaría ciertas obras, el gobierno logró que varios gobernadores peronistas, y no sólo los radicales y del PRO, ordenaran a sus legisladores no dar quórum a esa sesión en la Cámara Baja. De macristas y radicales ya era archi sabida la complicidad con LLA, pero también se volvió a ver la hilacha de 9 diputados peronistas de Unión por la Patria, que no se presentaron a esa sesión clave.

            Sin despreciar ningún plano de la resistencia y denuncia contra el gobierno de Milei, ratificamos nuestro llamado del PL a seguir ganando las calles y elevar las formas de lucha, hacia la rebelión popular. Nuestra consigna del 2001 está vigente: ¡Si el ajuste y la entrega son ley, la rebelión popular es Justicia!

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