Beatriz Perosio
El caso Loan saca a luz las miserias del capitalismo dependiente
La desaparición hace más de un mes del niño Loan Peña, de 5 años, en un pequeño pueblo correntino, pone de manifiesto la corrupción judicial, policial y política del capitalismo dependiente argentino.
Como lo denunciara el titular de la Fundación La Alameda, Gustavo Vera, apenas advertida la desaparición de Loan, las autoridades judiciales debieron haber activado el protocolo “Alerta Sofía”, para que las acciones a desarrollar en las primeras horas fueran conducentes a la búsqueda efectiva del niño. Este protocolo es un sistema de alerta temprana diseñado para localizar niños desaparecidos mediante la difusión rápida de información a través de múltiples canales y que si se hubiera puesto en acción de inmediato, otro podría haber sido el desenlace del caso que sigue sin resolverse, con la vida de un niño en juego. La complicidad política, judicial y policial ha sido evidente: el comisario Walter Maciel, el responsable de la búsqueda en los primeros días, está preso por “encubrimiento”.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en sus clásicos papelones que revelan su inutilidad para el cargo que ocupa (salvo cuando se trata de reprimir las luchas), apareció después de 10 días de la desaparición de Loan, montando un show y anunciando que viajaría a Paraguay donde estaría el niño quien habría caído en una red de trata. Todo falso, las propias autoridades paraguayas desmintieron que hubiera ningún aviso en ese país para la búsqueda del niño. Bullrich no viajó y luego se borró de la escena, hasta el 10 de julio en que recibió al padre de Loan, casi un mes después de su desaparición.
El accionar del Poder Judicial correntino fue otra vergüenza, en lugar de trabajar con varias hipótesis, buscaron durante varios días al niño como si se hubiera perdido. Los fiscales iniciales, Guillermo Barry y Juan Carlos Castillo, concluyeron que se trataba de un caso de probable secuestro con fines de trata por lo que pasaron la causa a la Justicia Federal. Estos funcionarios dijeron haber ordenado las alertas correspondientes, cuyas medidas están a cargo del Ministerio de Seguridad pero la falta de resultados concretos y la lentitud en recabar medidas para la investigación, no parecen hacer mella en Bullrich.
De los siete detenidos, cinco lo están por el delito de trata, pero a un mes de la desaparición de Loan no hay un perfil genético del niño, que permita identificar su ADN en restos encontrados en una camioneta, de propiedad de la ex funcionaria municipal Victoria Caillava y su esposo, el marino Carlos Pérez, ambos detenidos.
El caso se complica también por la actuación de algunos miembros de la familia, como las declaraciones de la tía, Laudelina Peña, quien afirmó que ese matrimonio había atropellado al niño. La hipótesis de la presunta muerte del niño por un accidente fue rápidamente tomada por el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdes, quien dijo que era “un gran avance” en la investigación. Y lo mismo hizo Bullrich, en una nueva demostración de su inoperancia como responsable del ministerio que debería haber investigado con seriedad.
Ni qué hablar de la deplorable actitud de Javier Milei, que no fue capaz de recibir a la familia, a pesar de la repercusión que ha tomado el caso Loan y de la responsabilidad de las autoridades nacionales en la desastrosa investigación.
El Poder Judicial provincial y Federal, el gobierno de Corrientes y el nacional, la policía provincial y la Federal, todas estas instituciones han demostrado, como mínimo, tremenda ineptitud a la hora de investigar y tomar rápidas acciones. En el caso de la policía es mucho más grave, porque los fiscales señalaron su entorpecimiento-complicidad durante los primeros momentos de la investigación.
El desmantelamiento del Comité de Lucha contra la Trata de Personas, que comenzó en marzo cuando apartaron a Vera, quien había sido Director General, es otra demostración del desastre que provoca el desguace del Estado que viene implementando el gobierno facho-libertario. Según Vera, la actitud de las autoridades de Corrientes no es una novedad porque fue siempre renuente a colaborar en los casos de trata. Para el titular de La Alameda debió haberse aplicado el “Alerta Sofía” desde el minuto uno de la desaparición, lo que implicaba: difusión de su foto, actuación de las fuerzas federales desde el inicio, coordinación con otros países con el dictado del alerta migratorio, control del transporte público y peajes, etc. Todas medidas bastante efectivas para casos que podrían encuadrarse como desaparición por trata de personas.
El blindaje mediático de los medios y periodistas “amigos” del gobierno, son la otra pata de esta trama, pues dedican horas al caso pero sin ahondar en la responsabilidad ineludible del gobierno nacional, apenas si han criticado al Poder Judicial de Corrientes y al gobernador Valdes, de la UCR-PRO. Este tiene una crisis importante, que le costó la renuncia del ministro de Seguridad de la provincia, Buenaventura Duarte, además de las marchas que se suceden tanto en el pueblo de 9 de Julio, donde ocurrió la desaparición, como en Goya, la segunda ciudad en importancia de Corrientes. El día que Bullrich recibió al padre de Loan, José Peña, hubo en Goya una multitudinaria caravana pidiendo el esclarecimiento del caso, lo mismo que en Buenos Aires, en el Obelisco, donde una manifestación reclamó por la aparición con vida del niño, utilizando la misma consigna de las Madres de Plaza de Mayo, cuando pedían por sus hijos e hijas desaparecidas: “con vida lo llevaron, con vida lo queremos”.
La jueza federal Cristina Pozzer Penso y los fiscales federales Alejandra Mangano y Marcelo Colombo, especializados en casos de trata, y el fiscal Mariano de Guzmán, de Goya, trabajan en dos hipótesis: la sustracción del niño con fines de abuso sexual y posterior muerte; y sustracción para entregarlo, a cambio de dinero, a una red de pedofilia.
Loan no es el primer niño que desaparece en nuestro país. El Alerta Sofía se dispuso por la desaparición de Sofía Herrera, de 3 años, en un camping en Tierra del Fuego en 2008, de cuyo paradero nunca más se supo. El caso Loan reactivó el reclamo por decenas de niños, niñas y adolescentes desaparecidos, muchos de los cuales se presume que pueden serlo por redes de trata, para explotación sexual.
No será el gobierno de Milei, quien sigue viajando sin haber recibido a la familia del niño correntino, quien pueda esclarecer el caso, con el desmantelamiento de los organismos encargados de prevenir e investigar estos casos.
Hace falta una profunda reforma judicial, policial y política, para prevenir estas desapariciones en democracia, y para investigar con seriedad y hasta las últimas consecuencias cuando ocurren. Hace falta otro sistema, de un gobierno popular, opuesto por el vértice al podrido capitalismo dependiente.
IRINA SANTESTEBAN