Juventud
Hacia la marcha y actos del 24 de marzo, sin electoralismo
El 24 de marzo se cumplirán 47 años del golpe militar-cívico que en 1976 produjo el baño de sangre con el terrorismo de Estado, con 30.000 desaparecidos militantes populares, y que al mismo tiempo entregó las riquezas del país al imperialismo y los monopolios con el plan de Martínez de Hoz y quienes lo sucedieron.
Los métodos represivos del general Videla, el almirante Massera y el brigadier Agosti, y sus oficiales y suboficiales represores, habían sido aprendidos de sus “maestros” franceses de la represión en Argelia y de los norteamericanos de las Escuelas de las Américas y West Point. Como los criminales argentinos fueron discípulos muy “creativos”, fueron llamados por el imperio para dar clase a regímenes represivos en Centroamérica.
Es difícil precisar cuál de los métodos de la dictadura fue el más cruel. Hubo secuestros y torturas hasta la muerte, vuelos de la muerte con la promesa de llevar los prisioneros a otras cárceles, violaciones de mujeres y hombres, robos de centenares de niños que fueron apropiados, largas detenciones sin proceso en cárceles, fusilamientos disfrazados de intentos de fuga, infiltración en los organismos de derechos humanos para secuestrar y matar, difamación de las organizaciones populares como “terroristas”, robo de dinero, propiedades y empresas de los secuestrados para quedárselas como botín, operaciones de prensa para desacreditar gente, etc.
Lo importante es que esos criminales perdieron la batalla política frente al pueblo. Por ejemplo, el genocida general Luciano B. Menéndez falleció en 2018 ostentando el récord de 14 cadenas perpetuas. El dictador Videla falleció en 2013 en la cárcel de Marcos Paz, sentado en el inodoro. Así de tristes fueron sus despedidas…
Esas pulseadas las ganó el pueblo, comenzando por las primeras marchas en abril de 1977 de las Madres de Plaza de Mayo y luego ganando en masividad y contundencia en años de democracia. Esa movilización fue la que determinó que acá hubiera juicios y condenas, y las cosas no quedaran simplemente en el juicio a los ex comandantes de 1985 y el informe Nunca Más.
Los organismos de DD HH y sus pañuelos blancos fueron la vanguardia de esa lucha, junto con los movimientos populares y sectores revolucionarios que continuaron la lucha de la Generación del ‘70, entre otros nuestro PL.
Nobleza obliga, si bien no fue lo fundamental, resultó muy necesario y valioso el aporte del kirchnerismo desde su llegada al gobierno en 2003, por su apoyo a los organismos, la anulación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, etc.
Hubo muchos juicios, y sigue habiéndolos, contra los represores de uniforme militar y policial, con más de mil condenados, pero en cambio se cuentan con los dedos de las dos manos los responsables civiles, empresarios y políticos. Estos fueron la pata sostén de la dictadura y los que aprovecharon para ensanchar sus negocios y ganancias. Videla murió en Marcos Paz, pero Martínez de Hoz, presidente de Acindar y súper ministro de Economía, murió impune. Y el dueño del ingenio Ledesma, Carlos P. Blaquier, sigue sin ser juzgado pese a los procesos por desapariciones de obreros en Jujuy en julio de 1976 durante “el Apagón”. Y como él, no pagaron sus crímenes los ejecutivos que entregaron a los militares, los nombres y domicilios de delegados y activistas de sus fábricas, a los que quisieron sacarse de encima, como sucedió en Renault, Fiat, Mercedes Benz, Perkins, Ford, Propulsora, Acindar, etc. Esto es lo que hay que completar, para poder decir que hicimos los deberes de los Derechos Humanos en forma total, para cumplir con los 30.000 compañeros y compañeras.
A 47 años del golpe hay otra cosa inconclusa, que compromete a la democracia: las FFAA, policiales y de Seguridad no son democráticas ni mucho menos populares. Siguen con ejercicios con el Comando Sur yanqui, con cursos en la Escuela de las Américas, los operativos Unitas y ahora refuerzan los vínculos militares y de seguridad con el sionismo de Israel. Eso sí, nunca un curso con militares cubanos, venezolanos o nicaragüenses.
Hoy la derecha reaccionaria pretende volver con la teoría de “los dos demonios”, para acusar de terroristas a nuestros desaparecidos. En esa onda están Bullrich, Milei, Espert y otros. Como dijo Macri en su tiempo, es “el curro de los derechos humanos”, para denigrar esta causa. Reiteramos: hubo un sólo demonio, la dictadura, antes la Triple A, el imperialismo y los más de 500 centros clandestinos de tortura y desaparición.
Al conmemorarse el 24 de marzo, el PL considera que la mayor violación actual a los DDHH es el ajuste llevado a cabo por el cogobierno del Frente de Todos y el FMI. Vivir, comer, trabajar, educarse, curarse, jubilarse, tener un techo dónde vivir, etc, son derechos humanos que hoy no se respetan.
Y a eso se suma la existencia de presos políticos como Milagro Sala, las cuatro hermanas mapuche detenidas en Río Negro, Facundo Jones Huala y otros presos políticos para quienes reclamamos libertad vía indulto presidencial.
El PL buscará participar este 24 de marzo, como cada año, de la marcha y acto que mejor represente estos ideales y consignas planteadas. Lo haremos con fuerzas aliadas. Alertamos contra un eventual intento de un sector del gobierno, de aceitado vínculo con los organismos, que pueden meter el “operativo clamor” de CFK presidenta 2023 en el acto de ese día. No estamos de acuerdo con ese tipo de jugadas partidistas y electoralistas que desnaturalizarían la jornada del 24 de marzo. Esta fue siempre por MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA, para condenar al terrorismo de Estado y reivindicar a los 30.000 compañeros y los organismos de derechos humanos. Los actos electorales, cualesquiera sean, son legítimos, pero en sus respectivos ámbitos, sin dividirnos en cosas tan importantes que nos unen y tienen que ver con la historia, el presente y el futuro. Las candidaturas presidenciales van y vienen. La causa de los 30.000 está siempre ahí y en especial los 24 de marzo.
Comité Central del Partido de la Liberación (PL). 16 de febrero de 2023