Derechos Humanos
Aniversario de la Noche de los Lápices
El 16 de septiembre de 1976 10 estudiantes secundarios fueron secuestrados y torturados por las patotas del gobierno dictatorial luego de haber estado reclamando por el boleto estudiantil. Estos hechos ocurrieron durante aquella noche y los siguientes días en la ciudad de La Plata.
La excusa de las fuerzas armadas para el exterminio de los estudiantes fue que supuestamente eran «integrantes de un potencial semillero subversivo», cuando las edades de las víctimas no superaban los 18 años (*Castillo, Leonardo. «Un crimen emblemático de la dictadura contra la juventud que peleó por el boleto estudiantil». 16 de septiembre de 2014, Telam).
Se sabía que, en septiembre de 1975, un año antes de lo sucedido, los estudiantes secundarios habían podido acceder al boleto estudiantil, pero en agosto les fue denegado este beneficio. Pablo Díaz uno de los sobrevivientes de la masacre, plantea que la denegación del boleto estudiantil fue una táctica de la dictadura militar para detectar aquellos líderes que gozaban de popularidad entre los estudiantes secundarios.
Víctimas del terrorismo de estado en “La Noche de los Lapices”:
Claudio de Acha, María Clara Ciocchini, María Claudia Falcone, Francisco López Muntaner, Daniel A. Racero y Horacio Ungaro.
Los cuatro sobrevivientes fueron Gustavo Calotti, Pablo Díaz, Patricia Miranda y Emilce Moler.
La CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas) detectó que los sucesos ocurridos el 16 de septiembre fueron realizados bajo una operación de la policía bonaerense, ya que según las fuerzas armadas los estudiantes que habían participado en la campaña por el boleto estudiantil eran parte de un acto subversivo que buscaba adentrarse a las escuelas secundarias. Con esta justificación se torturó y secuestró a los estudiantes mencionados. Las expresiones de violencia de la dictadura militar del 76’ son una huella imborrable de nuestra historia como Nación.
Esta operación significó mucho. Un simple reclamo podía provocarte el secuestro, la tortura e incluso la muerte. La dictadura militar-cívica de Videla infundía el terror y condicionaba el accionar mediante los instrumentos represivos. Esa represión de “La Noche de Los Lápices” dejaba en claro que para las botas no importaba la edad, ni la ocupación. Todo reclamo o expresión política que alentara diferentes derechos, desembocaba en un accionar de carácter fascista secuestrando y tildando de “extremistas” o “terroristas” a quienes mínimamente se manifestaban contra el régimen anti-popular, asesinándolos a muchos de ellos.
El aberrante terrorismo de estado de las Fuerzas Armadas tuvo ayuda y respaldo de la “Operación Cóndor”, de otras dictaduras del Cono Sur y de los Estados Unidos. Viviendo en “democracia”, USA sigue imponiendo sus medidas a nuestra nación, con el fin de seguir pisoteando nuestra soberanía.
A 47 años de lo sucedido, tenemos que recordar esta fecha, y tenerla presente. No por una cuestión simplemente cultural, sino para continuar la lucha por el boleto estudiantil. Así que nuestro mayor homenaje es continuar con su legado de lucha. Eso habrían deseado los caídos en aquella fatídica noche del 16 de septiembre: mantenernos unidos y firmes en la organización estudiantil. La historia y la memoria no sirven de nada sino son acompañadas del entendendimiento de la situación y las tareas militantes en la juventud.
Hace 39 años que tenemos un gobierno democrático burgués, menos violento explícitamente que la dictadura, pero todavía se siguen violando los derechos básicos de muchos sectores de la población.
NICOLÁS OCHOA