367
Las necesidades de nuestro pueblo son las más importantes
El gobierno deja hacer a las grandes empresas, cuida a la clase media, pero se olvida de los más postergados. Una de las características que siempre le han atribuido al peronismo es que piensa en el pueblo trabajador.
En algunos momentos históricos sin duda ha sido así, y quizás lo ha sido siempre para los sectores mas avanzados que se toman esa identidad mas en serio, con sentido popular y revolucionario. No es la general de la ley.
El COVID-19, se ha cobrado casi 150.000 vidas en el planeta y Argentina ya superó los 122 fallecidos. En ese marco, la medida extrema de la cuarentena tomada por el gobierno de Fernández no es cuestionable. Sin embargo aparecen muchas preguntas con respuestas simples, empezando por una, la central: ¿es lo mismo quedarse a pasar los días en un piso de la concheta Recoleta con las cuentas bancarias desbordantes y todas las necesidades resueltas, que en una casilla de 36 metros cuadrados en un asentamiento del Conurbano Bonaerense con 4 pibes y sin poder salir a laburar? No. No es lo mismo.
Lxs militantes de las Agrupaciones de Base Clasistas son trabajadorxs y desocupadxs que comparten esas mismas realidades y deben también cuidarse de la exposición al Coronavirus. Pero aunque la realidad es una, es desigual, y allí donde la cuarentena pone en situación de extrema necesidad a nuestro pueblo, hay que estar sosteniendo con el cuerpo lo que decimos una y otra vez de que hay que estar en las calles, las fábricas, las escuelas y las barriadas populares.
En marzo estuvimos centrados en la puesta en pié del Centro Popular Rubén “Oso” Rodríguez, en el oeste bonaerense. La nueva situación nos puso frente la necesidad de dar respuesta a lo más urgente: llegar con recursos como fuera posible a las familias con más dificultades, de aquellxs que no pueden salir a trabajar, que no tienen su sueldo mensual, que viven de lo que trabajan día a día. En nuestros barrios, son la mayoría. Los recursos que llegan desde el Estado son insuficientes para satisfacer las necesidades mínimas en los barrios, y lo que es peor, en medio de la emergencia sanitaria, el clientelismo y el privilegiar a los movimientos que responden al gobierno no se abandona como práctica.
A un mes de iniciada la cuarentena desde la gestión municipal de Mariel Fernández en Moreno, del Movimiento Evita, no hemos conseguido nada. Cero. Ni un paquete de arroz ni un barbijo ni una botella de alcohol.
La solidaridad entre los de abajo sin embargo es la que permitió que pusiéramos 3 ollas populares en pie, dándole continuidad semana tras semana en tres barrios de Moreno. El Centro “Oso” Rodríguez llegando con mercadería a vecinos de Lomas de Mariló y el Centro Popular Malvinas Argentinas en Barrio Parque Paso del Rey y en el nuevo asentamiento cercano, aun sin nombre pero con mucha identidad y organización, compartiendo ollas populares varias veces en la semana, con más de 50 familias en total que se acercan porque no son empresarios y porque no pueden salir a trabajar.
Grande fue la solidaridad entre nosotres. Hemos sido parte del jornada de Ollas Populares junto al trabajo territorial de la CTA Autónoma, que puso en pié más de 200 simultáneamente en todo el país para visibilizar la situación. Es desde la CTA A, a través del MOSLI como hemos conseguido buena parte de los recursos en donaciones desinteresadas. También se hizo presente MILES con una gran donación gestionada por un compañero incansable.
Los recursos están. Están en Nación, Provincia y municipios. Y también están en los bancos, las grandes empresas y los súper, justamente los que sacan provecho de esta situación con aumentos descarados llevando a nuestro Pueblo a la desesperación.
Las ABC seguirán desarrollando su trabajo con los Centros Populares, exigiendo que los recursos lleguen a manos de quienes lo necesitan a través de las organizaciones populares, sin punterismo ni clientelismo. Y si la situación se hace insostenible, cuando el hambre apriete a morir, yendo a buscar los recursos donde estén, porque la prioridad tienen que ser quienes más sufren la epidemia, la cuarentena y la injusticia del sálvese quien pueda. No puede ser que siempre se salvan los mismos.