Internacionales
Acto con la delegación cubana el 9 de diciembre
El 9 de diciembre, en vísperas de la asunción de Alberto Fernández, el camarada Presidente Miguel Mario Díaz-Canel brindó un discurso en el acto Político-Cultural de apoyo y solidaridad con Cuba, que organizó la embajada cubana y MASCUBA.
Una pequeña delegación del PL, encabezada por el camarada Sergio Ortiz, asistió con rigurosa invitación personal.
Es la primera visita de Díaz-Canel a nuestro país; fue recibido con calidez y emoción por una concurrencia que colmaba las instalaciones del Aula Magna de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires.
Abrió el acto Eugenia Méndez, médica Argentina, chaqueña, recibida en Cuba, en la Escuela Latinoamericana de Medicina.
Luego dirigió la palabra Hugo Yasky, diputado y secretario de la CTA. También hubo intervenciones musicales muy bonitas y sentidas.
Posteriormente, el presidente Díaz-Canel leyó un discurso político, inteligente y cordial.
Entre las Vivas a Fidel, el Che, Cuba y Argentina, los concurrentes exclamaron su cariño y solidaridad a todo el pueblo cubano y sus luchas.
Como bien manifestó el presidente: “estoy convencido de que aquí están presentes Fidel y el Che”. Recordó el inolvidable viaje de Fidel a nuestro país y su histórico discurso en las escalinatas de la Facultad de Derecho en 2003.
Tuvo además significativas afirmaciones, tales como: “El neoliberalismo impulsado por los Estados Unidos en América Latina hizo a los ciudadanos más desiguales, más pobres, menos protegidos y los llevó a desconfiar de los políticos”. “No es verdad que (los pueblos) desestabilizan. Sólo defienden sus derechos fundamentales.”
Sus palabras, cargadas de un sentido político, conciliador y combativo a la vez, dejan entrever un estadista con fuertes fundamentos y formación socialista, en una etapa en la que Cuba avanza y se afianza en sus convicciones pese al terrible y genocida bloqueo con que el imperialismo le castiga.
En una Latinoamérica ciertamente complicada y ardiente de luchas de sus pueblos en rebeldía, contra un imperio que pretende sojuzgarlos empobreciéndolos y quitándoles derechos, la voz de Cuba representada en su presidente es un ejemplo de lucha, fortaleza y solidaridad.
Sus palabras de cierre en su disertación dejan claro sus inquebrantables convicciones:
“A nombre de Cuba les ratificamos también que seguiremos siendo firmes y leales revolucionarios, dignos de nuestros padres, y que no cederemos un milímetro en defensa de la independencia, la soberanía y la justicia social, ni renunciaremos a la solidaridad con los pueblos que luchan y resisten.
¡Luchemos unidos por un mundo mejor y que es posible, justo y necesario!
¡Hasta la victoria siempre!”
¡Bienvenido camarada presidente!
Muy buen gesto que Alberto Fernández recibiera a su visitante cubano en la Casa Rosada. La derecha se muerte de odio y nosotros de amor por ese vínculo entre las dos naciones.