Liberación - Órgano de Prensa
Discurso de Sergio Ortiz en el Acto por los 30.000 desaparecidos y por la libertad de los presos políticos
Buenas noches, compañeras y compañeros.
Quiero reiterarles que ahora que terminen los discursos van a cantar y tocar la guitarra Nancy Tortone y Cocho Pedraza, y ese será un broche de oro, porque los homenajes y la política, cuando tienen el acompañamiento de la cultura tienen otra fuerza mucho mayor.
Este es un acto por los derechos humanos, en un sentido general y amplio, histórico y presente. Por ejemplo, hemos escuchado al compañero Dante Maldonado, secretario de prensa del sindicato de Luz y Fuerza que está peleando en defensa del convenio laboral y por una EPEC estatal e integrada. Y esos son derechos humanos.
Hemos oído a Eugenia Guevara, del Comité por la libertad de Milagro Sala, y por supuesto la libertad de Milagro y de todos los presos políticos son también derechos humanos fundamentales.
Luego escuchamos atentamente a Silvia Cruz, compañera de VUDAS y de quienes luchan contra la contaminación de Porta Hermanos en la zona sur, porque es importante luchar por un ambiente sano en el Amazonas que se está quemando, pero también lo es que no nos contaminen la ciudad de Córdoba. Y ese también es un derecho humano.
Finalmente nos habló la periodista Judith Gerbaldo, explicando lo que ha sido y es la lucha por una comunicación plural, que no esté dominada por los monopolios, y ese derecho a la información y comunicación también es parte de los derechos humanos.
Yo les quiero hablar de los 30.000 desaparecidos y explicarles porqué nuestra Comisión de Homenaje hace estos actos en Agosto, mes en que desaparecieron al camarada Roberto Cristina y demás militantes de Vanguardia Comunista, actual Partido de la Liberación, en el centro de exterminio de El Vesubio, en 1978.
Empezamos por los nuestros sólo porque ellos suelen ser ninguneados dentro de los 30.000. Por ejemplo, en la iglesia de la Santa Cruz, en diciembre de 1977 nosotros sufrimos la desaparición de cinco camaradas junto con las dos monjas francesas y otros familiares. Una de ellas, Angela Auad, fue la primera en ser identificada cuando sus restos fueron encontrados en el mar, cerca de Santa Teresita, víctima de los “vuelos de la muerte”. Sin embargo, ella, que fue la primera en ser identificada y servir para identificar a otros desaparecidos, formó parte de la primera ceremonia y acto grande en la iglesia de la Santa Cruz, se la dejó para una segunda oportunidad.
Solamente por eso empezamos por los nuestros. Pero estos actos no son sólo por nuestros desaparecidos y mártires. Son por el obispo Angelelli, por los fusilados de Trelew que eran del PRT-ERP, Montoneros y FAR. Son por Santucho y el Gringo Mena del PRT. Por Marcos Osatinsky, Talbot Right y René Haidar de Montoneros. Por el Gringo Tosco y Di Toffino de Luz y Fuerza, por Atilio López, por René Salamanca que era del PCR igual que Gody Alvarez, por Alberto Caffaratti y Tita Hidalgo que eran del PC, por Lucía Molina que era de la OCPO y nuestros Beatriz Perosio y Víctor Hugo Paciaroni, por los dos diplomáticos cubanos desaparecidos.
¡Todos los 30.000 desaparecidos, presentes! ¡Todos los desaparecidos son nuestros compañeros!
Esa Generación del 70 luchó por el poder político, por cambiar la Argentina de raíz, por una patria liberada y socialista, con todos los matices. Lucharon contra el imperialismo y por los derechos del pueblo trabajador, ejemplificada en la consigna “Qué lindo que va a ser, el Hospital de Niños en el Sheraton Hotel”.
Por supuesto, cometieron, cometimos, errores y al final esa lucha justa fue derrotada. Pero no se puede negar o disminuir los méritos de esa Generación argumentando la derrota. Porque con ese criterio no deberíamos hablar de San Martín, Belgrano, Güemes y otros próceres porque quedó inconclusa la lucha por la segunda y definitiva independencia, porque salimos de la colonia española, pero pasamos a ser una semicolonia británica y luego una neocolonia yanqui.
No. No somos resultadistas. Y valoramos mucho a esos compañeros y en estos actos tratamos de seguir aprendiendo de sus experiencias.
Por ejemplo, es cierto que uno de los errores en que incurrimos fue que faltó una mayor unidad y coordinación de las diferentes organizaciones y corrientes políticas y revolucionarias de esa época. Ese fue uno de los factores de la derrota de 1976.
No se crea que solamente en Argentina hubo sectarismo. En 1997, un comando del MRTA peruano tomó la embajada de Japón en Lima reclamando la libertad de los presos políticos. Al cabo de unos meses, el dictador Alberto Fujimori y el Ejercito los atacó a traición y asesinó a todos los guerrilleros. Un mes después, en mayo de ese año había un Seminario Comunista Internacional en Bruselas y los anfitriones del PTB me invitaron a un debate y polémica con el representante de Sendero Luminoso en Europa, compañero Luis Arce Borja. Arce se la pasó criticando al MRTA y yo le pedí que parara, que la sangre derramada por los compañeros del MRTA todavía estaba tibia. Siguió criticándolos. Al final le dije: “el presidente Gonzalo, Abimael Guzmán, de Sendero Luminoso, está preso y aislado en un calabozo a 15 metros de profundidad en la cárcel naval de El Callao, y Víctor Polay Campos, líder del MRTA está en otro calabozo a la misma profundidad, aislado y en la misma cárcel. ¿No entendés que es necesaria la unidad antiimperialista?”.
Bueno, hay que corregir esos errores de sectarismo, comenzando por casa.
Por eso el PL hace muchos años viene planteando y ahora lo reitera, la necesidad de un frente popular antiimperialista, que sea una herramienta de unidad para enfrentar al imperialismo. Porque en ese aspecto las cosas no han cambiado: sigue existiendo el FMI y ahora nos ha superendeudado el gobierno de Macri en alrededor de 400.000 millones de dólares. Hoy los bancos ganaron 19.224 millones en junio y 117.798 millones en el primer semestre. Los exportadores y SRA se beneficiaron con una devaluación de Macri del 400 por ciento desde 2015. Nuestras riquezas energéticas se dilapidan para Midlin, Caputo, Pagano, Lewis, Shell, Chevron, que ni siquiera toleran un congelamiento de combustibles por 90 días.
Planteamos la Unidad antiimperialista porque hemos aprendido de aquellos errores.
Y otro ejemplo de madurez es que el PL ha votado en las PASO y votará en octubre venidero al Frente de Todos.
Si esto fuera un partido de truco y nos dicen “Alberto Fernández y Cristina”, nosotros contestamos: “Paso al primero, quiero a la segunda”.
De todos modos, como esa fue la fórmula elegida por ambos y propuesta por Cristina, el PL la ha votado y ha hecho campaña para derrotar a Macri y el FMI. Eso de atacar y derrotar al enemigo principal son enseñanzas profundas que nos dejaron los compañeros de la Generación del ‘70, en nuestro caso Roberto Cristina y Elías Semán.
Derrotar a Macri y el FMI, tal la tarea y la contradicción principal. En el camino iremos buscando resolver las otras tareas y contradicciones que, por supuesto no desaparecen, pero deben subordinarse a resolver la que definimos como la principal. Antes no eran lo mismo Scioli que Macri, y hoy no son lo mismo Alberto Fernández y Cristina que el neoliberal Macri. ¡Fuera Macri y el FMI! Esa es la cuestión…
Mantenemos una serie de críticas a AF, por ejemplo, sus declaraciones en el Malba, con Clarín, nos parecen penosas. Pero lo votaremos en forma crítica y vamos a luchar junto con buena parte de sus votantes para que cambie el rumbo, con la presión de las calles y las movilizaciones populares.
Así de franco es el PL. A nosotros nos educó y enseñó Roberto Cristina, uno de los líderes de la Generación del 70: contra el imperialismo y la oligarquía, tener Unidad y lucha con el peronismo, sin gorilismo ni seguidismo ni entrismo ni justificaciones. Eso somos. Pero cuando queremos hacer unidad con el peronismo hay sectores trotskistas que nos acusan de “populistas y nacionalistas burgueses”. Y cuando hacemos alguna crítica al Frente de Todos, hay peronistas que nos acusan de “troscos”.
Por eso insistimos: somos izquierda revolucionaria, antiimperialista, y tenemos una alianza histórica con los peronistas combativos, desde que Elías Semán fue abogado del grupo de Felipe Vallese en San Martín en 1962, desde que Emilio Jáuregui trabajó con Rodolfo Walsh en la CGT de los Argentinos de Raimundo Ongaro, desde que el 1 de mayo de 1974 nos retiramos de la Plaza de Mayo junto a la Juventud peronista y los Montoneros cuando el general Perón nos echó por cantarle “¿Qué pasa general, está lleno de gorilas el gobierno popular?”.
Estamos convencidos que no habrá revolución popular en Argentina sino participa activamente un amplio sector popular que se identifica y siente como peronista, en su base obrera y con un amplio número de corrientes de ese origen.
Nuestros desaparecidos pusieron unas banderas en nuestras manos: liberación o dependencia, pueblo o monopolios, Patria o FMI. Y no las vamos a dejar caer al suelo. Por eso no estuvimos con la Rural en 2008 ni con Clarín en la ley de medios ni con los fondos buitres en 2013.
El otro gran tema que nos convoca hoy es el de la libertad de los presos políticos.
Es una gran injusticia que estén presos Milagro Sala y todos los presos políticos del régimen de Macri. Ellos no son culpables de las causas que les abrieron con la complicidad de una justicia adicta a los poderosos y con el batifondo de una prensa monopólica como la de Clarín.
Tenemos que defender a todos ellos. ¿Qué me importa a mí que me vengan con que en Jujuy en tal o cual oportunidad Milagro se equivocó parcialmente en su relación con tal o cual agrupación? ¿Qué me importa que me quieran recordar que Esteche era de un grupo que tiraba piedras si está preso por las falsas denuncias del fiscal Nisman? ¿O que Daniel Ruiz es de una agrupación trotskista, siendo que fue detenido tras la represión policial con la reforma jubilatoria?
No permitamos que nos dividan en este tema. Para que haya democracia no tiene que haber presos políticos.
El otro asunto a esclarecer es cómo debe ser su libertad. Ojalá algunos logren la libertad cuando antes, antes del 10 de diciembre, por fallos judiciales. Pero de lo contrario, el PL cree que tienen que salir libres con una ley de amnistía, tal como salieron los 371 presos políticos de la dictadura el 25 de mayo de 1973 con la asunción de Héctor Cámpora. Si alguien tiene alguna propuesta mejor, la escuchamos. La nuestra, aprendiendo de la historia en este tema, es una ley de amnistía para que el 11 de diciembre no haya ningún preso político en las cárceles. Y eso requiere redoblar nuestras movilizaciones en Córdoba, Buenos Aires y todo el país, también con la solidaridad internacional.
Para el PL lo más importante es esclarecer para qué queremos libres a esos compañeros.
¡Queremos libre a Milagro, para que la TUPAC Amaru vuelva a construir escuelas, cooperativas, viviendas y piletas para las masas humildes de Jujuy!
¡Para que Fernando Esteche vuelva a la cátedra de la facultad de periodismo en la Universidad de La Plata y lleve allí, como antes llevó a Hugo Chávez y Evo Morales, otra vez invite a Evo para que nos cuente cómo Bolivia nacionalizó los hidrocarburos y avanzó tanto en lo económico, eliminando el narcotráfico sin DEA ni FBI!
¡Para que Jones Huala vuelva a las comunidades mapuches de Chubut para dar pelea por la tierra, la cultura y demás derechos de los pueblos originarios afectados por Benetton, Lewis y otros latifundistas!
¡Para que Luis D’Elía nos de otra mano para enfrentar a los sojeros y exportadores que volverán a la plaza de Mayo a rechazar toda retención e idea de una Junta Nacional de Granos!
¡Para que Amado Boudou ponga su materia gris para elucubrar nuevas propuestas como la extraordinaria de recuperación de los fondos previsionales y eliminación de las AFJP!
¡Para que Julio de Vido sea la espada política que encabece junto al sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba y otros gremios la lucha por la nacionalización de la energía! Es un derecho humano y no puede permanecer en manos de los Aranguren, Caputo, Midlin, Pagano y demás monopolios.
Por eso compañeras y compañeros, nuestro reclamo de libertad a todos nuestros presos políticos arranca en Ezeiza y Marcos Paz, sigue hasta Jujuy. Y como ya aclaramos que somos internacionalistas, nuestra exigencia también pasa por Chile para que liberen a los presos del FPMR; por Paraguay, pidiendo por los presos del EPP; por Perú, por los presos políticos de Sendero Luminoso y el MRTA; por Colombia, por los presos de las FARC y ELN, y sobre todo por Curitiba, para que sea liberado el expresidente Lula. ¡Viva Lula libre!
Y seguimos hacia Estados Unidos, exigiendo la libertad del preso más antiguo del continente, Leonard Peltier, preso político indígena desde hace 43 años en las mazmorras de Pensilvania. Y ya que estamos allí, pegamos un salto al Atlántico y exigimos en Londres la libertad de Julian Assange, periodista que tanto luchó contra la CIA y por un oficio de periodismo libre como el que hoy nos explicó Judith Gerbaldo.
¡Esa lucha por la libertad de los presos políticos no es revancha ni es venganza! ¡Es Justicia, es Justicia, es Justicia!
Muchas gracias a todos ustedes.