Liberación - Órgano de Prensa
El prontuario de Patricia Bullrich
La descripción de las características de una persona pública y sus acciones entraría en el género Perfil Periodístico. Ahora bien, cuando el personaje se destaca por su accionar nefasto más que de un Perfil estamos hablando de un prontuario delictivo.
En los años ‘70, cuando contaba con menos de 20 años y a pesar de su origen patricio, supo militar en Montoneros, vinculada a Rodolfo Galimberti. Pasó años de clandestinidad bajo el nombre de Carolina Serrano. Nada queda de su pertenencia a una organización combativa del campo popular.
Luego de la dictadura integró la corriente Federalismo y Liberación, que conducía el catamarqueño Vicente L. Saadi.
Durante el gobierno de De la Rúa fue ministra de Trabajo, entre octubre de 2000 y el mismo mes de 2001. Fue la encargada de anunciar el recorte del 13% sobre el sueldo de estatales y jubilados, medida con la que el gobierno buscaba bajar el déficit fiscal; ese gobierno fue finalmente echado por el Argentinazo. Se había acercado a las filas de la Alianza gobernante a través del ex jefe de la SIDE, Fernando de Santibañes.
En aquel entonces había sido denunciada por Elisa Carrió como “infame traidora a la patria”. Hoy integran y defienden el gobierno de personajes que antes habían denostado.
Creó el partido Unión por la Libertad, siendo candidata en las elecciones por la Jefatura del Gobierno de Buenos Aires. En 2007, se unió a la Coalición Cívica de Carrió, encabezando lista en las elecciones a Diputados.
Como vemos una de las características de Bullrich es volatilidad acomodaticia en lo político y su brutalidad para implementar políticas siempre en perjuicio del pueblo.
Esta asidua visitante de la embajada yanqui ocupa desde 2015 el cargo de ministra de Seguridad de la Nación. Es una de las espadas principales del gobierno de Macri, quien sintetiza y ejecuta la política represiva, bajo la tutela de la embajada norteamericana y la israelí.
En Seguridad promueve las posturas más represivas, con la determinación de enemigos internos que justifiquen el despliegue de armas, el abuso de las fuerzas de seguridad y el espionaje masivo.
Su accionar “criministerial”:
– Defendió a la Gendarmería en el caso de la desaparición y muerte de Santiago Maldonado, enviando al operador judicial de su cartera, Gonzalo Cané. Antes había impulsado la coordinación represiva contra los reclamos indígenas a través del jefe de gabinete de su ministerio, Pablo Nocetti.
La actuación delictiva de las fuerzas de seguridad recibió el soporte de un bochornoso informe publicado en diciembre de 2017 por el ministerio de Bullrich, donde intenta dar entidad de organización guerrillera a la Resistencia Ancestral Mapuche, distorsionando y exagerando informaciones, incluyendo material de inteligencia que ya fue desacreditado en Chile en varios procesos judiciales.
– Salió a respaldar a la policía tucumana horas después de que asesinaran al niño Facundo Ferreira, de 12 años. Luego se supo que el niño no había disparado, que lo mataron por la espalda y que al menos uno de los policías había consumido drogas.
– Junto a Macri, defendió al policía Chocobar, que mató a un joven delincuente que huía, también por la espalda y sin que mediara riesgo para su vida ni la de otras personas.
– Festejó la detención de tuiteros que habían publicado expresiones contra Macri.
– Dio “por verdadera” la versión de la Prefectura, luego de que uno de sus integrantes asesinara -otra vez, por la espalda- al joven Rafael Nahuel durante la represión y persecución contra mapuches en Villa Mascardi.
– Presta servicio efectivo de represión y persecución a la protesta social en todo el territorio nacional. Perfeccionando el aparato y la tecnología represiva, con compras y acuerdos con Israel y el Mossad (casualmente su esposo actual, Guillermo Yanco, está vinculado a esos negocios).
Su discurso en nombre de la “seguridad” siempre logra superarse en los niveles de estigmatización, xenofobia y persecución de amplios sectores de la sociedad. En el contexto nacional este discurso y este accionar de Bullrich son necesarios para poder aplicar el proyecto político de hambre, exclusión y dependencia de Macri.
La ex “piba” dice combatir el delito; pero viola desde hace años los derechos humanos. Si hubiera justicia popular, sería ella la que debería estar presa.
Anónimo
17 mayo, 2019 a 10:26
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