Liberación - Órgano de Prensa
Conclusiones del caso Maldonado
Ya han transcurrido 45 días de la desaparición forzada de Santiago Maldonado, tras la represión de Gendarmería contra la comunidad mapuche de Pu Lof en Resistencia de Cushamen, Chubut. Santiago sigue desaparecido a manos de la fuerza represiva de triste historia en Argentina y en sus misiones en el exterior, caso Minustah en Haití.
Mientras se prosigue la lucha por la aparición con vida de Santiago, tal la consigna unificadora y correcta de las movilizaciones, y al servicio de reforzarlas, el PL quiere compartir algunas conclusiones políticas.
-El joven fue víctima en democracia de una desaparición forzada con intervención de Gendarmería, dependiente del Ministerio de Seguridad del gobierno de Mauricio Macri. La fuerza ingresó a los tiros en la comunidad mapuche, sin orden judicial y con las orientaciones de Pablo Noceti, jefe de Gabinete del mencionado ministerio.
Los gendarmes ingresaron disparando balas de goma y de plomo, quemando pertenencias de las humildes viviendas, dispuestos a golpear y matar. Durante un mes y medio no dieron una declaración judicial, lavaron las camionetas operativas y demoraron en entregar los celulares del personal interviniente, todo para disimular la desaparición.
Nuestra conclusión es que Gendarmería debe ser disuelta como institución y reemplazada por otra que nazca de sus cenizas, con otra orientación política y técnica, verdaderamente custodia de nuestras fronteras. No hay una manzana podrida. Todo el cajón está podrido, salvo honrosas excepciones.
-La justicia federal de Esquel, o sea el juez Guido Otranto y la fiscal Silvina Ávila, han sido cómplices de la desaparición. Tuvieron 30 días el expediente bajo secreto del sumario, sin que la familia y los organismos de derechos humanos pudieran proponer acciones. Siguieron basando sus investigaciones en la Gendarmería, principal sospechosa. No recibieron a Ariel Garbarz, especialista informático de la UTN y perito de la Comisión Provincial de la Memoria y la APDH para investigar los celulares que estaban prendidos en la zona el 2 de agosto, cuando el celular de Santiago, quien había desaparecido el día anterior, recibió una llamada. Otranto tampoco aceptó citar a Noceti ni investigar sus comunicaciones, porque se habría comprobado su participación en la represión y diálogos e instrucciones al mismo juez.
El proceder de Otranto y Ávila fue y es vergonzoso. El PL quiere impulsar el juicio político para depurar la justicia de estos magistrados que son parte de la persecución a los mapuches y en general a los sectores oprimidos.
-El gobierno de Macri tiene la gravísima responsabilidad de haber encubierto este crimen mediante la demonización de los mapuches y del joven solidario que resultó desaparecido. Sembraron mil pistas falsas y cubrieron a la Gendarmería como fuerza. Ahora aceptan que alguno de los uniformados pudo haber tenido algún exceso, refritando la teoría de la dictadura de Videla sobre “excesos y errores”. La más activa en el encubrimiento fue Patricia Bullrich, que bancó a su operador Noceti y la Gendarmería. Ella influyó también para que el gobierno descartara el pedido que había hecho al Alto Comisionado de DD HH de Naciones Unidas para colaborar con una comisión internacional.
El caso Maldonado confirma que el gobierno del PRO-Cambiemos es esencialmente represivo de la protesta social. Hay palos, balas de goma y de plomo, gas pimienta, allanamientos, golpes y detenciones para trabajadores, desocupados, maestros, pueblos originarios, inundados, científicos, periodistas, feministas, estudiantes, cooperativistas, etc. Una cadena represiva une los balazos de goma de Gendarmería contra trabajadores de Cresta Roja, la Gendarmería reprimiendo en la Panamericana en el paro del 6 de abril, la Gendarmería custodiando la casa de Milagro Sala, la Gendarmería reprimiendo a los mapuches y desapareciendo a Maldonado. Etc. Macri dio esas órdenes a una fuerza que es represiva desde mucho tiempo antes, que reprimía a obreros de Lear y Gestamp en la Panamericana con Sergio Berni, usaba el espionaje del Proyecto X en el kirchnerismo, etc. Por eso el PL propone echar a Macri cuanto antes, con la lucha popular, sin esperar a 2019, cuando será tarde. ¿Cuántos nuevos Maldonado habrá entonces?
-Aunque Macri dio las órdenes de reprimir, éstas habían sido solicitadas por terratenientes, mineras y petroleras de la Patagonia, en contra de los mapuches y de los reclamos de trabajadores. Benetton, Lewis, Panamerican-British Petroleum, Techint-Tecpetrol, etc, son los intereses oligárquicos e imperialistas que quieren librarse de tan molestos sectores que denuncian sus negociados y reclaman sus derechos, como los mapuches exigen sus tierras ancestrales. Por eso el PL, a diferencia del “capitalismo inclusivo” y “fifty-fifty”, propone un Frente Antiimperialista y un programa de fondo contra los monopolios, banqueros y sojeros.
-Santiago Maldonado estuvo en el lugar, cuando los mapuches más necesitaban la solidaridad. Hermoso gesto, de vanguardia, que ilustra sobre qué hacer hoy en política: hay que ganar la calle, como los originarios que cortaban la ruta 40 por la libertad de Jones Huala. Hay que ser solidarios con quienes sufren el ajuste y la represión. Los sectores populares deben unirse, como los organismos de DDHH el 11 de agosto y el 1 de septiembre. Al margen de cómo vote cada cual el 22 de octubre, estos comicios no son la panacea. Lo más trascendente es continuar unidos la lucha por la aparición con vida de Santiago.